Ofitas, ofianos (ophianoi ὄφιανοι) y ofismo, son denominaciones genéricas para una secta gnóstica que se desarrolló a partir del siglo I[1]​ en Siria y Egipto. Su nombre se deriva del griego ὄφις (ophis, «serpiente»). La secta fue descrita por Hipólito de Roma (170-235) en una obra perdida, el Syntagma («arreglo»).
Se cree actualmente que las descripciones posteriores de estos «ofitas» por parte de Pseudo-Tertuliano, Filastrio y Epifanio de Salamina derivan del Syntagma perdido de Hipólito. AsÃ, es posible que, más que un nombre sectario real, Hipólito inventara «ofita» como un término genérico para lo que consideraba especulaciones heréticas sobre la serpiente del Génesis o la serpiente de metal de Moisés.[2]​
Aparte de las fuentes directamente derivadas de Hipólito (Pseudo-Tertuliano, Filastrio y Epifanio), OrÃgenes y Clemente de AlejandrÃa también mencionan al grupo. El grupo es mencionado por Ireneo en Adversus Haereses (1:30).
Común a estas sectas era la gran importancia que daban a la serpiente del Génesis (la del relato bÃblico del pecado original de Adán y Eva), por su conexión con el árbol del conocimiento del bien y del mal, y la de este con la gnosis ("conocimiento"). Contrariamente a la interpretación cristiana ortodoxa de la serpiente como Satanás, los ofitas veÃan en la serpiente una figura positiva, heroica; mientras que al Dios del Antiguo Testamento lo identificaban con una figura negativa, malvada (un demiurgo al que denominan Yaldabaoth el leontoeides -"rostro de león"-).[3]​ La imposición de la doctrina cristiana ortodoxa a partir del siglo IV implicó la destrucción de todos los textos de los ofitas; con lo que la mayor parte de la información acerca de estas sectas sólo puede ser obtenida de aquello que decÃan de ellas sus enemigos: Hipólito de Roma, Ireneo de Lyon, OrÃgenes y Epifanio de Salamis. Algunos textos ofitas, sin embargo, han sido recuperados en descubrimientos arqueológicos recientes, como los de Nag Hammadi (Evangelio apócrifo de Juan, Hipóstasis de los Arcontes o Sobre el origen del mundo).
Fundamentos
En Génesis 3:1-7 se dice que la serpiente tentó a Eva para que comiese de la fruta prohibida diciéndole que se le abrirÃan los ojos y serÃa como Dios. Considerando Eva esta fruta "excelente para lograr la sabidurÃa" la probó y se la ofreció también a Adán.[4]​
En Lucas 10:19 Jesús da a los apóstoles poder "de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo", en referencia al Diablo.[1]​
En el texto apócrifo conocido como La Vida de Adán y Eva, de finales del siglo I d. C., el Diablo convence a la serpiente, llamándola la "más sagaz entre todas las fieras", para hablar por su boca y convencer a su vez a Eva de que probase la fruta prohibida.[1]​
Es en Apocalipsis 12:9 y Apocalipsis 20:2 donde la "serpiente antigua" es considerada el mismo Diablo.[1]​
Los ofitas, al igual que otras sectas gnósticas, diferenciaban al Dios del Antiguo Testamento, malvado y misantrópico, del Jesús del Nuevo Testamento, bondadoso y filantrópico.[5]​
Ireneo de Lyon, en el siglo II, describió las creencias ofitas. En el principio un padre y un hijo se habrÃan enamorado de una primera mujer espÃritu, o EspÃritu Santo, y habrÃan tenido a Cristo, que serÃa el tercer varón. De Cristo nacerÃa la SabidurÃa (Prúnicos) y de esta, a su vez, surgirÃa "Yaldabaoth" o "Jaldabaoth".[6]​
Yaldabaoth era considerado un demiurgo y le aplicaban el adjetivo "leontoeides" (rostro de león).[5]​ Este habrÃa creado a Adán y Eva en el ParaÃso para que estuviesen a su servicio y le adorasen, prohibiéndoles comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. La SabidurÃa habrÃa instigado a la serpiente a convencer a Adán y Eva de liberarse de esa prohibición.[7]​
Tras comer Adán y Eva de la fruta prohibida fueron expulsados, junto con la serpiente, del ParaÃso.[7]​ La serpiente era llamada por los ofitas también Miguel y Samahel.[8]​
La serpiente es considerada por los ofitas como una benefactora que ofreció el conocimiento (gnosis) salvÃfico (soteriológico) al hombre frente a un Dios que no querÃa compartirlo.[9]​ Esta visión de la serpiente es semejante a la de Prometeo de la mitologÃa griega, que Dio el fuego a los hombres y fue castigado por esto.[10]​
Adán y Eva tuvieron a CaÃn y a Abel. CaÃn habrÃa matado a Abel por instigación de la serpiente. Los ofitas mencionaban también como hijos de Adán y Eva a otros dos hermanos llamados Set y Norea.[7]​
Como los hombres no adoraban a Yaldabaoth, este les envió el Diluvio Universal. Noé y los que estaban con él en el arca se habrÃan salvado por una "gota de luz" que procederÃa de la SabidurÃa. Luego, Yaldabaoth habrÃa hecho un pacto con Abraham y, posteriormente, habrÃa sacado a los descendientes de Egipto liderados por Moisés, al cual dio la ley de los judÃos.[11]​
Yaldabaoth habrÃa creado el cuerpo fÃsico de Jesús.[7]​
Los ofitas creÃan que siete estrellas constituÃan la Santa Hebdómada y que esta se comunicaba con los profetas.[11]​
En el siglo III Pseudo-Tertuliano habló de que los ofitas consideraban a eón a Yaldabaoth y que de este habrÃan nacido siete hijos, que serÃan la Hebdómada. De los ángeles y virtudes surgidos de Yaldabaoth habrÃan salido los seres humanos reptando como gusanos y una chispa (scintillam) les habrÃa permitido levantarse y conocer las cosas divinas, lo que indignó a Yaldabaoth.[12]​
El Pseudo-Tertuliano dice que gracias a SabidurÃa los hombres solo adoraron a la divinidad surgida antes de Yaldabaoth. Envidioso, Yaldabaoth habrÃa enviado la serpiente a Eva que, creyendo que esta era el Hijo de Dios, habrÃa comido del árbol del conocimiento del bien y del mal.[12]​
Hipólito de Roma, en el siglo III, también criticó a los ofitas, junto con otras sectas gnósticas.[13]​
OrÃgenes, en el siglo III, dijo que los ofitas creÃan que la serpiente "aconsejó bien a los primeros hombres", a quienes consideraban gentes que sobrepasaban a los titanes y gigantes mÃticos. También indica que se gloriaban de un tal Éufrates como iniciador de esa doctrina.[14]​
Filastrio, en el siglo IV, dijo que los ofitas fueron la primera secta surgida del cristianismo. Señaló que creÃan que la serpiente dio el don de la ciencia del bien y del mal a la mujer, que esta lo habÃa transmitido al resto de la humanidad y que Dios, por envidia, habÃa expulsado a la serpiente del "primer cielo". Indicó que los ofitas también eran llamados "serpentini" por adorar serpientes y que consideraban a este animal una virtud de Dios.[15]​
Epifanio de Salamina, en el siglo IV, afirmó que los ofitas podrÃan haber malinterpretado la frase de Jesús de Mateo 10:16 de "Sed astutos como la serpiente y puros como la paloma", ya que esta no conectaba al hombre con esos animales sino que simbolizaba las facetas de la vida del cristiano.[16]​
Epifanio también mencionó que los ofitas también habÃan malinterpretado que Moisés mandase levantar una serpiente de bronce en un palo para que los que la mirasen quedasen curados de las mordeduras de estos animales en Números 21:9 y que Jesús dijese que el Hijo del Hombre serÃa levantado del mismo modo en Juan 3:14, ya que esto no significaba ninguna forma de culto a la serpiente, a la cual consideraba un Ãdolo antiguo y el Diablo del Génesis.[16]​
Teodoreto de Ciro, en el siglo V, dijo que los ofitas llegaron a identificar a la serpiente con el mismo Cristo, porque mostró "que los seres humanos tienen la sabidurÃa de la serpiente".[17]​
Isidoro de Sevilla, en el siglo VII, describió en sus EtimologÃas a los ofitas con las siguientes palabras:[18]​
La secta es descrita brevemente también en el siglo VIII por Juan Damasceno y Teodoro Bar Konai.[19]​
Rituales
AgustÃn de Hipona decÃa que los ofitas hacÃan que una serpiente lamiese los panes antes de la eucaristÃa para santificarla.[20]​
Epifanio de Salamina, un padre de la iglesia del siglo IV, dijo que los ofitas le ofrecÃan a una serpiente el pan de la eucaristÃa o la ponÃan delante en el rito de consagración del pan. También decÃa que los ofitas capturaban a las serpientes en madrigueras, las guardaban en cestos, las alimentaban y después de los rituales las devolvÃan a sus madrigueras. Epifanio añade que a la serpiente se le daba para comer una oveja, como signo contra los católicos que consideraban a Cristo el cordero pascual. Según Epifanio, los ofitas también saludaban, besaban o abrazaban a la serpiente, tras lo cual se postraban ante ella, le decÃan que por ella habÃan nacido de nuevo y cantaban himnos al "Padre de arriba".[21]​
OrÃgenes indicaba que los ofitas habÃan elaborado un diagrama con varios cÃrculos, dos de los cuales eran llamados Leviatán y Behemot. El diagrama también representaba el Gehena y una serie de animales-arcontes que simbolizaban a diversos ángeles. El diagrama tenÃa, además, una representación de la puerta del ParaÃso con una espada de fuego. También figuran las palabras Padre, Hijo, Amor, Vida, Providencia de la SabidurÃa, Naturaleza de la SabidurÃa, Ciencia e Inteligencia.[22]​
OrÃgenes menciona que los ofitas pronunciaban unas palabra secretas antes de cruzar unas puertas.[14]​
Sectas gnósticas relacionadas
Ireneo de Lyon señaló también que los valentinianos tomaron como referencia a los ofitas y a otras sectas gnósticas.[23]​
El Pseudo-Tertuliano dice que los ofitas estuvieron en el origen de otras sectas gnósticas, que fueron los setitas y los cainitas.[24]​
Teodoreto de Ciro, en su compendio sobre herejÃas, dedicó el mismo apartado a setitas y ofitas, confundiéndolos.[25]​
Legislación romana
En el Código de Justiniano se incluye una ley del año 428 del emperador Teodosio en la que se enumera a los ofitas entre los herejes que "nunca tuvieron la oportunidad de reunirse y hablar en suelo romano".[26]​
Véase también
- Marcionismo
- Encratitas
- Bardesanes
Referencias
BibliografÃa
- Legge, Francis (1964) [1914]. Forerunners and Rivals of Christianity, From 330 B.C. to 330 A.D. (Two volumes bound as one edición). Nueva York: University Books. LCCN 64024125.Â
- Campbell, Joseph; Abadie, M. J. (1981). The Mythic Image. Princeton, New Jersey: Princeton University Press.Â
- Couliano, Ioan P. (1991). The Tree of Gnosis. San Francisco, California: Harper San Francisco.Â
- Rasimus, Tuomas (2006). «Anathema Iesous (1 Cor 12:3)?». En Painchaud, Louis; Poirier, Paul-Hubert; Funk, Wolf-Peter, eds. Coptica - Gnostica - Manichaica: mélanges offerts à Wolf-Peter Funk. Les Presses de l'Université Laval. ISBN 2877239322.Â
- Rasimus, Tuomas (2007). «The Serpent in Gnostic and Related Texts». En Painchaud, Louis; Poirier, Paul-Hubert, eds. L'Évangile selon Thomas et les textes de Nag Hammadi: Colloque International. Presses Université Laval. ISBN 9042920556.Â
- Turner, John D. (2008). «The Place of The Gospel of Judas in Sethian Tradition». En Scopello, Maddalena, ed. The Gospel of Judas in Context: Proceedings of the First International Conference on the Gospel of Judas. Brill. ISBN 9004167218.Â
- Galisteo Leiva, Jesús (2024). DemonologÃa en la historia cristiana. Almuzara. ISBN 978-84-10525-11-5.Â