Isabel de Ibelín (1241-1324) fue reina de Chipre y Jerusalén por su matrimonio con Hugo III de Chipre.
Biografía
Isabel era la hija de Guido de Ibelín, mariscal y condestable del Reino de Chipre.[1]
Se casó con Hugo de Antioquía, quien sucedió a su primo sin hijos Hugo II como rey de Chipre en 1267 gracias a las conexiones de su familia.[2] En 1268, su esposo también se convirtió en rey de Jerusalén. Murió en 1284 y las coronas pasaron a sus hijos, primero a Juan I y poco después a Enrique II.[3]
Cuando su hijo Amalarico tomó el poder en 1306, la reina Isabel y su hermano Felipe apoyaron sin éxito a su hijo mayor, el rey Enrique.[4] Amalarico fue asesinado el 5 de junio de 1310, y otro hijo, Emerico, fue proclamado gobernador en su lugar.[5] Pero el 11 de junio, los partidarios del rey encarcelado se pusieron en contacto con su madre, la reina Isabel, los representantes papales y el partido de Emerico. Emerico fue superado en número y acordó con sus partidarios restaurar a Enrique a cambio de la promesa de Isabel de persuadir a Enrique de que los perdonara y ratificara las transacciones legales que hicieron.[6] Los enviados informaron al rey Jaime II de Aragón, esposo de María, la hija de Isabel, que Isabel y Felipe dominaron la corte de Enrique durante el resto de su reinado.[7]
Descendencia
Isabel y Hugo tuvieron la siguiente descendencia:[8]
Referencias
Bibliografía
- Edbury, Peter W. (1994). The Kingdom of Cyprus and the Crusades (en inglés). Cambridge University Press. ISBN 978-0-521-45837-5.