Las yemas de San Leandro son un dulce conventual tradicional que se elabora por las monjas de clausura agustinas ermitañas del Convento de San Leandro en Sevilla (Andalucía). Los ingredientes son yema de huevo y azúcar, según una receta muy antigua.[1]​ Se tiene conocimiento de que se fabrican al menos desde el siglo XVI por una carta manuscrita en la que se alaba su exquisitez.[2]​ Las yemas tienen forma troncocónica, se venden envueltas en papel y envasadas en pequeñas caja de madera selladas y etiquetadas. Tienen gran fama en la ciudad y han sido alabadas por su delicado sabor y reconocidas fuera del ámbito local, son uno de los productos descritos en el libro 1000 Foods To Eat Before You Die: A Food Lover's Life List (mil platos que comer antes de morir) escrito por Mimi Sheraton, antigua crítica gastronómica del New York Times.[3][4]

Referencias literarias

  • Luis Cernuda en su libro de poemas en prosa Ocnos iniciado en 1940 en Escocia, recuerda las Yemas de San Leandro y su niñez en Sevilla con el siguiente texto:[5][6]
  • En la novela La hermana San Sulpicio, escrita en 1889 por Armando Palacio Valdés, uno de los personajes relata su experiencia durante una comida con el siguiente texto.
  • En la novela El Demonio y las yemas de San Leandro escrita en 1930, el historiador y novelista Ignacio Olagüe hace referencia a este dulce conventual.
  • Camilo José Cela en su obra Primer viaje andaluz: Notas de un vagabudaje por Jaén, Córdoba, Sevilla y sus tierras (1959), relata como probó este dulce:

Receta

La receta exacta no es pública y pertenece a las monjas del monasterio. No obstante las proporciones e ingredientes aproximados son: 300 gramos de yema de huevo, 750 gramos de azúcar, una cucharada de zumo de limón y taza y media de agua. Se conservan algunas recetas antiguas como la siguiente:[3][7]

Dionisio Pérez Gutiérrez en su Guía del buen comer español publicada en 1929, manifiesta que aunque muchos han pretendido averiguar el secreto de la fabricación de las Yemas de San Leandro y se han escrito diversas recetas en manuales de repostería, nadie ha conseguido elaborarlas tan perfectamente como en el convento. Difunde además la creencia de que las monjas poseen un dispositivo dotado de cinco orificios por el que caen delgadísimos chorritos de yema sobre un pequeño estanque de almíbar en ebullición, transformándose de esta forma las yemas batidas en pequeños hilos que adquieren la consistencia y el sabor ideal para la elaboración del dulce.[8]

Véase también

  • Yemas de Santa Teresa.
  • Yemas de Almazán.

Referencias


Yemas Convento San Leandro

San Leandro y sus yemas seis siglos endulzando Sevilla Bulevar Sur

San Leandro y sus yemas seis siglos endulzando Sevilla Bulevar Sur

Yemas de San Leandro, un dulce único

Yemas de San Leandro Seville, Spain Gastro Obscura